Un día sin luz
Mi calle. 23.7.07
A los buenos días! Hace un rato me ha despertado el ruido de un grupo electrógeno, abajo en la calle, y la luz encendida del pasillo. No era mi intención pisar el interesante vídeo de Mahaya -vean mas abajo por favor- pero las circunstancias así lo han querido.
La película de los hechos fue así.
Estoy de vacaciones, me levanto con tranquilidad, desayuno, pongo una lavadora y me voy a hacer unos recados. Estoy pagando en el supermercado, justo cuando la señorita me da el ticket, se apagan las luces del local.
Llego a casa y me toca subir las pesadas bolsas por la escalera hasta el tercero, la vecina se lamenta que tienen que venir a buscar a su suegro -en silla de ruedas- para llevarlo al hospital. Meto las cosas en la nevera esperando que la cosa se solucione pronto, la lavadora se ha quedado a la mitad y no puedo utilizar ni el ordenador, ni el teléfono –el router no va- , ni siquiera poner música, así que me voy al centro a seguir las compras.
Al bajar al andén del metro una voz dice por megafonía que la línea 3 no funciona por un fallo en la energía, yo estoy en la 5 y el metro llega con bastante retraso.
Estoy de vacaciones, me levanto con tranquilidad, desayuno, pongo una lavadora y me voy a hacer unos recados. Estoy pagando en el supermercado, justo cuando la señorita me da el ticket, se apagan las luces del local.
Llego a casa y me toca subir las pesadas bolsas por la escalera hasta el tercero, la vecina se lamenta que tienen que venir a buscar a su suegro -en silla de ruedas- para llevarlo al hospital. Meto las cosas en la nevera esperando que la cosa se solucione pronto, la lavadora se ha quedado a la mitad y no puedo utilizar ni el ordenador, ni el teléfono –el router no va- , ni siquiera poner música, así que me voy al centro a seguir las compras.
Al bajar al andén del metro una voz dice por megafonía que la línea 3 no funciona por un fallo en la energía, yo estoy en la 5 y el metro llega con bastante retraso.
En el centro la cosa está igual, todas las tiendas a oscuras y los dependientes en la calle, fumando, sentados en los bordillos o hablando por el móvil. Al rato me doy cuenta que esta actividad es el recurso mas utilizado de todo el personal de Rambla Catalunya.
Me compro unos zapatos, el dependiente ha tenido que pedir ayuda al encargado pues no era capaz de calcular el tanto por ciento de las rebajas sin máquina. El calor es insoportable, la humedad de esta ciudad se hace notar estos últimos días, doy un paseo y vuelvo a casa a ver que mas puedo hacer. Por el camino me encuentro al mecánico de mi coche que me informa que el edificio de la FECSA a dos manzanas de casa, está ardiendo. Allá me voy.
Me compro unos zapatos, el dependiente ha tenido que pedir ayuda al encargado pues no era capaz de calcular el tanto por ciento de las rebajas sin máquina. El calor es insoportable, la humedad de esta ciudad se hace notar estos últimos días, doy un paseo y vuelvo a casa a ver que mas puedo hacer. Por el camino me encuentro al mecánico de mi coche que me informa que el edificio de la FECSA a dos manzanas de casa, está ardiendo. Allá me voy.
Un humo negro y pestilente sale del edificio, bomberos, policía y muchos mirones, llamo a Ta, -ella vive justo en la manzana de al lado y aún no sabe nada-.
Hago unas fotos, un bombero sonriente le dice a un amigo que vienen de Collserola –la montana del Tibidabo cercana a la ciudad- de apagar un incendio.
Ante el espectáculo decidimos sentarnos en una terraza cercana a la noticia.
Hago unas fotos, un bombero sonriente le dice a un amigo que vienen de Collserola –la montana del Tibidabo cercana a la ciudad- de apagar un incendio.
Ante el espectáculo decidimos sentarnos en una terraza cercana a la noticia.
El día sucedió largo y me trajo muchos recuerdos de cuando aún vivía el dictador, donde los apagones eran el pan de cada día, la gente recuperó viejas costumbres, se veían a muchas personas apoyadas en el balcón fumando o tomando el fresco, algunos leían, las personas hablaban mas de lo normal en las esquinas, picaban a las puertas con los nudillos, subían y bajaban a pie las escaleras, escuchaban la radio en pequeños transistores y hacían cola en las tiendas para comprar velas o pilas.
Mi lavadora seguía muda, a media tarde me quedaba ya poca batería en el teléfono y tampoco funcionaba, la tarde noche estaba espléndida, todo el barrio a oscuras iluminado por una gran media luna, muchos vecinos miraban las estrellas.
Entrada la noche los ánimos se caldearon y me llegó rumor de cacerolas lejanas, poco a poco se extendió como reguero de pólvora, una cacerolada en toda regla pidiendo luz. El ministro del ramo –ex alcalde de Barcelona y famoso por su nula inteligencia- había dicho a los medios que a las 20 horas estaría restablecido el suministro. Eran las 22,30 y decidí bajar a ver que sucedía en el Paseo Maragall. Cámaras de televisión, policía, trasiego de camiones con enormes artefactos y muchos vecinos indignados suplicando energía.A las doce de la noche apagué las velas cansado de leer con linterna, la luna entraba por la ventana y recordé la famosa frase que dijo Goethe poco antes de morir; “luz, más luz”.
Paseo Maragall de Barcelona anoche.
Etiquetas: noticias frescas
5 Comments:
Bueno, un día diferente, ¿no? Para recordar los tiempos en los que vivíamos sin electricidad ni agua corriente en las casas. Recuerdo varios apagones (no tan largos) en Valencia cuando vivía allí, en los que tuve que bajar 6 pisos por las escaleras para ir a comprarme una linterna y algunas cosas que me hacían falta y volver a subir los 6 pisos. Al final, uno de esos días acabé cenando en casa de mis amigos M.Jesús y Michael, que no vivían muy lejos, pero ellos sí tenían luz.
Seguimos sin luz, -aunque unos cuantos vamos a pilas- han puesto unos cuantos remolques generadores en las esquinas. Yo tengo la suerte de tener un transformador en la manzana de al lado y han puesto uno. Los comerciantes y vecinos mas alejados de las "zonas comerciales" siguen sin luz mirando el techo; el mecánico, la imprenta, la pescadería, una panadería... No se si tenían mucha mercancía en el frigorífico.
Esta noche a las 22 h. hay gran cacerolada frente al generador que se quemó ayer en el Paseo Maragall. Allí estaré.
Lo peor es eso: los restaurantes, bares, heladerías, supermercados, tiendas de alimentación, etc. que han tenido que tirar toda la comida. Y los demás que han perdido días de trabajo también, claro. Pero, al menos, no han perdido días de trabajo + género, como los restaurantes y demás. Espero que los indemnicen, pero no sé si la compañía eléctrica, Generalitat, o quién corresponda estará por la labor. De momento, callan como muertos, que en boca cerrada, no entran moscas.
Ya nos contarás.
Me asaltan varias cosas: aquí en Chile, en Santiago, nos cuelga una espada de Damocles, porque Argentina tiene problemas para su autoabastecimiento y es quien nos abastece. Así las cosas, existe la probabilidad de que tengamos restricciones de energía domiciliaria este invierno y los que vienen. Eso, para los que podemos pagar la energía y tenemos domicilio.
Otra imagen: Barcelona es bella, me cuesta imaginarla con restricciones (sé que las tiene, como toda ciudad 'desarrollada'). Pero es que guardo de ella recuerdos lindos, y de España en general. Y en particular de Madrid, de Las Rozas.
En noches sin luz, cuando el leit motiv era 'corte en trámite' en las boletas de Chilectra, tocábamos guitarra con mis niños pequeños. Formas de apearse...
cariños desde el sur
El verano pasado ocurrio algo parecido aqui en Madrid. A mi no me toco pero conozco gente que estuvo funcionando dias con grupos electrogenos y debido tambien a eso, a incendios en los transformadores.
Podian haber escarmentado en cabeza agena.
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