jueves, marzo 15, 2007

Y unos cuantos bichos mas

Parece se que nuestra amiga Rob está muy atareada, nos dejó en octubre con unos pinchos vascos más allá de Tanhäusser y desapareció, pero está bien, no ha enviado un par de regalitos para compartir, así que seguimos ampliando el interesante tema de los bichos. Por aquí de todo tipo; voladores sin plumas, de cuatro patas, que fuman, y hasta con cuernos, con una música funky extraña que alguien a aprovechado para un mix.

Dos regalos de Rob para la no-familia.

The Mascot Ladislaw Starewicz


También este link

http://www.llibrofags.com/

quizás algún día la descubramos entre los textos.
Gracias Rob esperamos mas noticias tuyas.

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8 Comments:

Blogger MeTis said...

anda, si parece de tim burton¡¡

8:08 p. m.  
Blogger xnem said...

lo mismo pensé yo señorita!

8:55 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Coincido con los dos, es Tim Burton.

Justo que voy de Niña Ostra.

Buena semana :)

5:32 a. m.  
Blogger amelche said...

Xnem: Destapaste nuestro amor "bicheril" con tu post. Lo malo es que, los vamos a querer tanto al final, que no nos los podremos comer. ¡Nos dará pena!

10:28 a. m.  
Blogger xnem said...

mientras no tenga nombre propio nos lo comemos si mas.

“Pájaro que vuela a la cazuela, bicho que se arrastra a la canasta”.

2:08 p. m.  
Blogger amelche said...

¡Ja,ja,ja! Xnem, me acabas de recordar algo que me contó mi abuelo, de que en la guerra (o la postguerra, ya no sé) con el hambre que tenían, vieron un conejo y se lanzaron a por él hasta que lo pillaron, lo mataron y se lo comieron. ¡Como para andarse con remilgos en esa situación!

7:13 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Amel
Me hiciste recordar a Fernando un viejito de 80 años, con el que vivi en Asturias-Aviles-Llanares un tiempo, cuidandolo hasta su muerte, el me contaba mil cosas de su adolescencia, la guerra, la postguerra y lo que comian.

Solo se trata de vivir.

Besssooooooooosssss

10:22 p. m.  
Blogger xnem said...

Señoritas voy a recordarles un luctuoso suceso acaecido cuando yo era pequeñito.

Encontré un gato en la calle, de tan flaco y sucio que estaba le pusimos de nombre “Miserias”, mi madre lo acicaló y parecía otro. Un buen día el gato desapareció.
Meses mas tarde una noche que mi padre salió al baño, que estaba en el patio de la casa, le pareció ver algo que se movía en la oscuridad, era el vecino de la casa de contigua que estaba escondido en su patio, de repente el señor atestó un zurriagazo con un palo a algo. Un gato salió corriendo despavorido.
Mi padre interpretó rápidamente que Miserias no había desaparecido por propia voluntad.

No era ni guerra ni posguerra, eran los 60. La carne de gato parece ser tan buena o mejor que la de conejo.

2:38 p. m.  

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