CESAR PAVESE
La selva
Debemos aceptar los símbolos –el misterio de cada uno- con la tranquila convicción con que se aceptan las cosas naturales. La ciudad nos da símbolos como el campo nos da frutos. Pero ninguno conoce o posee la planta. Viene de otro mundo. Se deja sembrar o podar, se deja abatir y quemar, pero ¿quién puede decir que esa planta es cosa suya? ¿Quién puede decir que ha tocado el fondo de una voluntad ajena? A veces parece que destruir fuera el único modo. Y está bien. Pero destruir una sola voluntad, una sola planta, si bien es posible, es menos que nada: habrá que pasar a otra, a otra más, y así hasta el infinito. Estupideces. Se tendrá un mundo desierto, una estepa. Que es, después de todo, otro nombre de la selva. Tanto vale aceptar el misterio y poblar la ciudad de símbolos, y el campo de presencias. Y amar todo esto, con cautela desesperada.
De su libro El Oficio de Poeta.
Pavese siempre fue uno de mis poetas preferidos, en un principio, adolescente, por antifascista, la radicalidad gregaria que nos lleva a enmarcar a escritores o ideales. Más tarde por su forma de contar, aullar dirían algunos. Luego llegaría un amigo que recitaba sus poemas en italiano y entonces Pavese era risa y tardes embobadas antes sus gestos exagerados... el poeta pasó por mi vida Sobre los techos, a millares las nubes blancas, como uno de sus versos.
El 18 de agosto de 1950 escribió: Nada de palabras. Un ademán. No escribiré más. Una semana más tarde se suicidaría.
Ahí van dos de mis poemas preferidos:
DOS POEMAS A T.
Las plantas del lago
te vieron una mañana.
Las piedras, las cabras, el sudor,
están fuera de los días,
como el agua del lago.
El dolor y el bullício de los días
no rasguñan el lago.
Pasarán las mañanas,
pasarán las angustias,
otras piedras y sudor
te morderán la sangre
-no será así siempre.
Volverás a encontrar algo.
retornará una mañana
en que, más allá del bulllicio,
estarás sola sobre el lago.
También tú eres el amor.
eres de tierra y de sangre
como los demás. Caminas
como quien no se aleja
de la puerta de la casa.
Miras como quien espera
y no ve. Eres tierra
que sufre y que calla.
Tienes sobresaltos y cansancios,
tienes palabras – caminas
esperando. El amor
es tu sangre- no otra cosa.
La selva
Debemos aceptar los símbolos –el misterio de cada uno- con la tranquila convicción con que se aceptan las cosas naturales. La ciudad nos da símbolos como el campo nos da frutos. Pero ninguno conoce o posee la planta. Viene de otro mundo. Se deja sembrar o podar, se deja abatir y quemar, pero ¿quién puede decir que esa planta es cosa suya? ¿Quién puede decir que ha tocado el fondo de una voluntad ajena? A veces parece que destruir fuera el único modo. Y está bien. Pero destruir una sola voluntad, una sola planta, si bien es posible, es menos que nada: habrá que pasar a otra, a otra más, y así hasta el infinito. Estupideces. Se tendrá un mundo desierto, una estepa. Que es, después de todo, otro nombre de la selva. Tanto vale aceptar el misterio y poblar la ciudad de símbolos, y el campo de presencias. Y amar todo esto, con cautela desesperada.
De su libro El Oficio de Poeta.
Pavese siempre fue uno de mis poetas preferidos, en un principio, adolescente, por antifascista, la radicalidad gregaria que nos lleva a enmarcar a escritores o ideales. Más tarde por su forma de contar, aullar dirían algunos. Luego llegaría un amigo que recitaba sus poemas en italiano y entonces Pavese era risa y tardes embobadas antes sus gestos exagerados... el poeta pasó por mi vida Sobre los techos, a millares las nubes blancas, como uno de sus versos.
El 18 de agosto de 1950 escribió: Nada de palabras. Un ademán. No escribiré más. Una semana más tarde se suicidaría.
Ahí van dos de mis poemas preferidos:
DOS POEMAS A T.
Las plantas del lago
te vieron una mañana.
Las piedras, las cabras, el sudor,
están fuera de los días,
como el agua del lago.
El dolor y el bullício de los días
no rasguñan el lago.
Pasarán las mañanas,
pasarán las angustias,
otras piedras y sudor
te morderán la sangre
-no será así siempre.
Volverás a encontrar algo.
retornará una mañana
en que, más allá del bulllicio,
estarás sola sobre el lago.
También tú eres el amor.
eres de tierra y de sangre
como los demás. Caminas
como quien no se aleja
de la puerta de la casa.
Miras como quien espera
y no ve. Eres tierra
que sufre y que calla.
Tienes sobresaltos y cansancios,
tienes palabras – caminas
esperando. El amor
es tu sangre- no otra cosa.
12 Comments:
"el amor es tu sangre-
no otra cosa."
hermoso ademán.
Preciosos!. No conocía esos poemas y hoy especialmente me llega el primero!
Gracias por compartir. Besitos!
Señor sir... no otra cosa son los hermosos ademanes. Saludossss sangrientos? (dado su gusto por la herida)
Arenilla muá, especialmente? ays dónde andarás! proclamo cervecitas-conversación ya!
Sí, preciosos. Está bien que habléis de poetas que no he leído, así me voy haciendo una idea y una lista de lecturas pendientes. :-)
amelche, nunca lo atraparemos, siempre hay cola de trabajo aplazado para leer, es lo bueno y lo malo de la poesía, parece mas breve pero también es mas difícil que la prosa.
Hoy no hay BAR? voy a ver.
Bsico marga. gracias por recordar a "chésare".
mira tu que poema me ha caido:
xgjcapdm
Eso es lo malo, chicos... no hay tiempo para tanto libro o autor desconocido!! aysssssss, me agobia la idea!! mejor no lo pienso...
Nos vemos en el bar...
Mirad el mío: oowvy, no parece un mantra? jeje
Ni iba a comentar nada pero como ha salido
zkumxg
así con letras como alemanas, pues me ha parecido muy própio mencionarlo hoy.
Me voy pal BAR.
marga, Pavese llegó a mí cuando tomé un libro de la casa de mis padres... me encantaba la versión bilingue y leerlo en los dos idiomas. Siempre me cautivó. También leí una de sus novelas, muy dura por cierto.
Me quedo con este verso;
"Tanto vale aceptar el misterio y poblar la ciudad de símbolos, y el campo de presencias. Y amar todo esto, con cautela desesperada."
CON ESTE GANO ! jlufs
jui esa no entró pero bueno era linda...
Ayyyyyyy Pavese el señor de los delirios de amor
Caminas
como quien no se aleja
de la puerta de la casa.
Estas palabras son sublimes, la imagen me rebota en el alma y vuelve a rebotar.
Marga si, parece un mantra tantra o al reves.
Vamos a mantrear oowvy oowvy oowvy ommmmmmmmm
Venga, mantreemos, se dirá así?
Un hurra por Pevese y sus palabras...
Esta más bien parece un galimatías... jjxzqt, tanto rasgo vertical... uffff
Todos los veranos vuelvo a releer "Il diavolo sulle le coline". Es genial.
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